¿Qué aspectos tienes que valorar para decidir si la nube es lo más adecuado para tu proyecto de videovigilancia?
Aunque en los años 60 ya se concebía la posibilidad de alojar datos en espacios de almacenamiento virtualizados y remotos, la aplicación práctica de este nuevo modelo de uso, especialmente en el ámbito de la videovigilancia, y su comercialización a nivel profesional es relativamente reciente.
Las nuevas tecnologías han habilitado la posibilidad de crear un entorno donde puede almacenarse video y aplicaciones sin la obligación de poseer una infraestructura propia que lo mantenga.
En la actualidad la nube es una de las tendencias que más afectará al sector de la seguridad electrónica debido a conectividad y a la reducción de costes al minimizar la inversión en equipos hardware y el mantenimiento del sistema. Pero ¿Es la nube la opción más adecuada para almacenar las imágenes de cualquier sistema de videovigilancia?
En el siguiente articulo te contamos los aspectos a tener en cuenta para decidir si un sistema de CCTV en la nube es lo más adecuado para tu instalación.
Ventajas e inconvenientes de almacenar las imágenes de tu CCTV en la nube
Conexión a Internet.
Lógicamente la infraestructura de red y conectividad son clave para garantizar un ancho de banda con Calidad de Servicio (QoS) y con una alta disponibilidad de imagen para evitar perder la señal de vídeo ante cualquier corte de conexión a Internet.
De poco sirve que el proveedor ofrezca todas las redundancias necesarias para garantizar el servicio si trasladamos ese elemento de fallo a la disponibilidad de nuestra conexión a Internet. Una caída en nuestra conexión provocaría una pérdida de todas las grabaciones durante el periodo que dure dicha caída.
Además del ancho de banda tendremos que valorar si el sistema de videovigilancia incorpora analíticas de video ya que requieren de un mayor proceso de cómputo en un sitio centralizado.
Análisis de riesgos.
Hace poco más de un mes, un incendio destruyó algunos servidores de la empresa francesa OVHcloud, el mayor proveedor de servicios en la nube europeo.
Sus clientes, entre ellos el gobierno francés que dispone de datos nacionales abiertos al público con OVHcloud, tuvieron que activar sus planes de recuperación ante desastres.
Las causas de la pérdida de conectividad pueden ser múltiples e incontrolables y en cualquier caso habrá que realizar un análisis de riesgos para conocer como de crítica es la pérdida de imágenes para nuestros clientes y establecer un plan de recuperación de las imágenes.
Almacenamiento.
Conocer qué es lo que queremos transmitir y durante cuántos días queremos mantener las grabaciones será prioritario para dimensionar las necesidades de almacenamiento. Además, deberemos tener en cuenta la necesidad de contar con BackUp o Redundancia.
El ancho de banda disponible debe adecuarse a nuestras necesidades de grabación, es decir al número de cámaras de la instalación y a la resolución y framerate con las que se pretende grabar.
Si asumimos que las cámaras ofrecen el protocolo estándar de compresión más avanzado actualmente (H.265), podemos estar hablando de un total de 2Mbps ante una cámara de 2 Megapíxeles a 25 imágenes por segundo.
Si en la instalación tenemos de media 10 cámaras, necesitaremos un total de 20Mbps garantizados de subida por site, sólo para el CCTV. Si para el mismo sitio, considerásemos cámaras analógicas de resolución estándar, conectadas mediante codificador (H.265) y grabando a 4CIF a 10 imágenes por segundo, el bitrate por cámara sería de unos 700Kbps en media, lo que supondría un total de ancho de banda de subida de 7Mbps.
Por tanto, ante un mercado con una clara tendencia a ofrecer cada vez más y más resolución en sus cámaras, conviene también evaluar los requisitos en cuanto a ancho de banda para validar su viabilidad en cada región geográfica, así como el coste que implica dicha conexión.
Cálculo de costes.
Si bien es cierto que la nube elimina los costes de equipos hardware de almacenamiento hay que tener en cuenta ciertos costes ocultos que no están incluidos en la tarifa de suscripción mensual y que son difícilmente cuantificables: el coste asociado a la pérdida de imágenes, penalizaciones por incumplimiento de la legislación vigente, el mal dimensionamiento de almacenamiento necesario, y el coste de descarga de información que en el caso de la videovigilancia, hablamos de imágenes y videos de alta definición que suponen muchos GB/TB de descarga de datos lo cual puede incrementar el coste exponencialmente.
Infraestructura de CCTV existente.
Si en la actualidad la instalación cuenta con un sistema de CCTV analógico, para disfrutar las ventajas que nos puede ofrecer la nube habrá que valorar si realizamos una migración a tecnología IP o en su defecto invertimos en codificadores que transmita las señales de las cámaras analógicas actuales.
Protección de datos y ciberseguridad.
Aunque si bien es cierto que, históricamente se han producido ataques con éxito a grandes empresas tecnológicas, este tipo de servicios suelen estar tecnológicamente muy preparados para repeler ciberataques.
Lo que sí es una realidad es que el usuario pasa a almacenar los datos de forma remota y deja de ejercer el control directo sobre ellos con el riesgo que ello conlleva, ya que el video es una información muy sensible y confidencial.
En todo momento la información debe viajar de forma segura y encriptada para lo que necesitaremos contar con medidas de ciberseguridad que protejan los datos de nuestros clientes (imágenes): Firewall, IDS, etc.
En el caso de que valoremos optar por el almacenamiento en una nube pública (Amazon, Microsoft, etc.), tendremos que ser conscientes de que los datos del cliente los está gestionando un tercero y por tanto pueden existir problemas legales asociados a la propiedad de las imágenes y existe una dependencia de factores no controlables: conexión, almacenamiento, seguridad del tercero, etc.
Concretamente el proveedor de IaaS (infraestructuras como servicio) deberá tomar las medidas necesarias para favorecer la correcta aplicación del RGDP (Reglamento General de Protección de Datos) por ser los encargados de almacenar las imágenes que grabamos.
A principios de marzo de 2021, un grupo de hackers accedieron a las imágenes de más 150.000 cámaras de videovigilancia procedentes de los clientes de Verkada, una compañía que vende cámaras de seguridad a las que los clientes pueden acceder y administrar a través de la red.
El ciberataque dejó al descubierto la seguridad de hospitales, cárceles, e incluso de las fábricas de Tesla, el fabricante de automóviles. Este hecho, en una red privada en local del cliente con una VPN bien securizada, no hubiera ocurrido.
Integración
En el caso que tener otros sistemas intrusión, accesos, etc. habrá que valorar llevarlos a la nube para que puedan interactuar con los sistemas de vídeo por no hablar con de los problemas de integración con otros elementos de seguridad que se puedan encontrar físicamente en la instalación.
La nube sin duda nos ofrece numerosas ventajas en cuanto a conectividad y costes, pero será necesario conocer las necesidades de cada instalación para saber si el Cloud Computing es la solución más adecuada para el almacenamiento de sus imágenes.