Están presentes en centros comerciales, bancos y calles, pero son mucho más que simples cámaras de videovigilancia. Los sistemas de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) juegan un papel crucial en la seguridad y las operaciones de numerosas empresas, grandes y pequeñas. Además, gracias a los avances tecnológicos y a la integración de la inteligencia artificial en estos sistemas, su rol es cada vez más importante.
En este artículo te contamos todo lo que hay detrás de un sistema CCTV: desde los elementos que lo componen hasta sus funciones clave, que pueden transformar la gestión de cualquier negocio.
¿Qué es y qué significa CCTV?
Empezaremos respondiendo a una pregunta que puede que te hayas hecho: ¿qué es CCTV?
Las siglas CCTV hacen referencia a Closed Circuit Television, que en nuestro idioma traducimos como Circuito Cerrado de Televisión. Se trata de un sistema de vigilancia que, mediante diferentes cámaras de vídeo, transmite señales en tiempo real a un conjunto específico de monitores.
A diferencia de la televisión tradicional, que se emite abiertamente al público, un CCTV funciona como un sistema cerrado, porque solo ciertas personas autorizadas pueden ver las imágenes captadas por las cámaras.
De ahí que su uso principal sea la vigilancia en propiedades privadas, establecimientos, oficinas, fábricas y áreas públicas que requieren monitoreo constante y una sólida estrategia de seguridad.
¿Para qué sirve un CCTV?
Como comentábamos, la seguridad es una de las principales aplicaciones de todo CCTV. Al fin y al cabo, nos permite tener bajo control una zona concreta y en tiempo real. Esto sirve para prevenir delitos, registrar pruebas en caso de que lleguen a cometerse, controlar accesos o corroborar que las normas de seguridad se están cumpliendo, entre otras funcionalidades.
Pero hay muchas más: más allá de la seguridad, un sistema CCTV puede ser útil para supervisar procesos logísticos, controlar operaciones industriales, gestionar las flotas de vehículos e incluso analizar los patrones de comportamiento de los clientes en el sector retail y emplear esos datos para mejorar la toma de decisiones de un negocio.
¿Qué tipos de CCTV existen?
Podríamos distinguir principalmente entre dos tipos de CCTV:
- Analógicos
- Digitales o IP
Los equipos IP son, por supuesto, los más actualizados del mercado. Gracias a las nuevas tecnologías aplicadas en los sistemas de CCTV, estos ofrecen ahora una alta resolución, pueden crear alertas automatizadas y brindan la posibilidad de almacenamiento en la nube.
En consecuencia, los operadores de seguridad pueden optimizar el tiempo que dedican a la vigilancia y aumentar notablemente su productividad.
Por cierto, además de contar ya con el característico aprendizaje automático de la IA, los CCTV actuales también incorporan herramientas de Big Data, que dotan a estos sistemas de Business Intelligence.
¿Qué equipos componen un CCTV?
Cualquier sistema CCTV cuenta con ciertos componentes básicos que, interconectados, posibilitan su funcionamiento.
Los principales componentes de un CCTV son:
Ópticas y cámaras
Las cámaras de videovigilancia IP son el componente más visible de todo sistema CCTV. Sin ellas, sería imposible capturar las imágenes de vídeo de alta calidad.
Elegir la cámara perfecta para tu negocio dependerá siempre de tus necesidades específicas, porque existen muchos tipos. Si lo primordial es la resolución de las imágenes, será mejor que escojas cámaras 4K; si buscas discreción, entonces necesitas cámaras pinhole y, si el entorno es altamente peligroso, las cámaras ATEX son tu alternativa ideal.
Monitores
Por otro lado, cualquier CCTV requiere de un sistema de visualización de las imágenes. Este sistema lo forman los monitores, que nos permiten reproducir grabaciones o ver en tiempo real lo que captan las cámaras.
Es importante que los monitores brinden una resolución óptima. para asegurarte así de que hasta el más pequeño detalle capturado por las ópticas y cámaras es visible.
Conmutadores
Los conmutadores o switches son los dispositivos que conectan todos los componentes del sistema dentro de una misma red de CCTV, facilitando la comunicación y el intercambio de datos entre las cámaras y los monitores.
Estos conmutadores son fundamentales para manejar y priorizar el tráfico de datos y, sobre todo, para mantener la calidad y eficiencia de tu sistema.
Sistemas de transmisión
Los sistemas de transmisión sirven para enviar los datos de vídeo desde las cámaras hasta los dispositivos de visualización y almacenamiento. Por tanto, son esenciales para una distribución eficiente.
Estos no solo comprenden la infraestructura de red, que conecta cámaras, monitores y equipos de grabación, sino también los protocolos y tecnologías utilizados para asegurar que la transmisión sea rápida y segura.
Equipos de grabación
Los equipos de grabación en un CCTV digital IP, como los grabadores de vídeo en red (NVR), son los responsables de almacenar y gestionar todas tus grabaciones.
Estos dispositivos también incluyen un software de gestión de vídeo (VMS) para la administración de las imágenes, que ofrece herramientas de análisis y que puede integrarse con el resto de sistemas de seguridad de tu compañía, posibilitándote una gestión centralizada. ¡Por eso es tan importante que tengas claro cómo elegir un VMS!
Si has llegado hasta aquí ya conoces los componentes de un sistema CCTV y sus múltiples funcionalidades. En caso de que necesites implementar en tu negocio un Circuito Cerrado de Televisión, en SCATI podemos ayudarte con soluciones integrales y muy efectivas. Es el caso de SCATI Mobile Pro, un CCTV perfecto para afrontar los desafíos de la movilidad moderna.